El cuidado y limpieza de rutina básica: es lavar el rostro por la mañana y noche. Si lo haces diario, ya vas de avance; sin embargo no siempre se sabe cómo hacerlo de la forma correcta. Aprende en 3 sencillos pasos:
1. Comienza por mojar tu rostro con agua tibia.
Nunca lo hagas con agua demasiado caliente o que esté muy fría, pues puede resultar abrasivo para tu cutis. Prueba salpicando o humedecer una toalla y usarla en forma suave sobre la piel.
2. Aplica el limpiador o jabón facial.
Procura que la cantidad sea similar a la de una moneda y distribuye en movimientos circulares asegurando cubrir todo el rostro (en el caso de que uses maquillaje, antes de usar el limpiador, quítalo con un removedor especial para tu tipo de piel).
3. Enjuaga tu rostro con agua tibia.
Retira con agua los rastros del limpiador. Seca con una toalla suave mediante pequeños golpecitos, pues si frotas no solo enrojecerás tu cutis, sino que también pueden salirte arrugas que poco a poco marcarán tu piel.
Lava tu rostro de forma correcta y disfruta de tener una piel radiante todo el año.